Un potencial acuerdo entre Alfonsín y De Narváez puede ser visto desde dos aristas. Por un lado, la desesperada búsqueda de refrenar al macrocefálico kirchnerismo denota que es posible dejar a un costado ideologías irreductibles y por ende bucear en el campo del pragmatismo y, por el otro, permite leer en clave de maduración política el accionar de unidad que se proyecta hacia políticas constructivas tendientes a pulverizar la mediocre búsqueda de posicionamiento individual y por ende relegar pertenencias partidarias.
El economista berlinés Albert O. Hirschman en “Exit, Voice and Loyalty…” (1970) observa las fallas en el comportamiento eficiente del sistema económico, social o político a las que están sujetos los individuos, las empresas y los organismos en general. Así, las sociedades tienden a desarrollar mecanismos para corregir esos defectos. En el caso del consumo, la pérdida de calidad de cierto producto conlleva a una triple opción para el consumidor. La primera es la salida (uscita, exit), abandono de la mercancía, sustitución por otra. La segunda es la voz (voce, voice); activa en el consumidor el reclamo hacia el empresario en pos de mejorar la calidad del producto y, la tercera es la lealtad (lealtà, loyalty) a la relación consumidor-producto bajo un escenario en que otros bienes sustitutos no alcanzarían al elegido, se encuentra cautivo al mismo.
Durante las elecciones 2011 estos tres caminos están presentes en los dilemas mentales de los argentinos. También permiten ser vistos en la oposición con diversos precios que pagar.
L’uscita es el camino más fácil y menos costoso pero de modestos resultados. En tanto la voce si bien recorre un sendero de esfuerzo el final es merecedor del mismo. “L’uscita è, semplicemente, l’atto dell’andarsene, in genere perché si crede che un’altra impresa od organizzazione fornisca un bene o servizio o beneficio migliore. La voce è l’atto di chi reclama, o si organizza per reclamare o protestare, con l’intenzione di ottenere direttamente un ripristino della qualità cha ha subito il deterioramento”.
La posible alianza Alfonsín-De Narváez como mecanismo de voce requiere de un accionar conjunto, organización y tiempo. Ingresa en la esfera de lo público. El precio a pagar es elevado: ceder espacios, pretensiones, cosmovisiones en pos de un objetivo superador. Denota a su vez una clara manifestación de protesta contra el régimen imperante. La luz al final del túnel es intensa. El desafío es no abandonar la carrera. L’uscita en tanto mecanismo privado implicaría un escenario de múltiples candidaturas. Quizás sea más sencillo presentarse individualmente pero el resultado será el opuesto a lo anterior: continuidad del modelo.
El pacto electoral en cuestión rompe los anquilosados paradigmas irreductibles UCR-PJ (Unión Cívica Radical- Partido Justicialista) inaugurando una nueva concepción que deja de lado los cleavages tradicionales. Es la conciencia en sí de una clase dirigente la que se ha percatado de la necesidad de unidad para trazar una alternativa con grandes posibilidades frente al estilo político vigente desde 2003.
El corte de boleta que podría estar auspiciado por los intendentes radicales del Conurbano para evitar a De Narváez puede ser leído como una contradicción en el seno del acuerdo en sí.
Buenos Aires, 1 de Mayo de 2011
Gretel Ledo
Abogada | Politóloga | Socióloga
Analista Política
www.gretel-ledo.com.ar
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